domingo, 12 de abril de 2009

Procesos de escritura

¿Porqué se nos dificulta tanto escribir?
Una carta, una línea, un párrafo. Supondría que es pereza mental, pero tiene que ser algo más. ¿Será que nos duele tanto la mano para moverla lo suficiente? ¿O que nos duele el algo? Entiendase el algo como aquello que vive dentro de nosotros, pero que puede ser clasificado o no como el alma: para mí, el alma no existe. Existe la mente y la sensación de panza, pero nada más. Nosotros no tenemos alma: tenemos sustitutos. Pero ese no es el punto.
El punto es que en algún momento, todos estamos sujetos a sufrir un bloqueo mental. Que ya no tengamos ganas de escribir, o que no tengamos ganas de leer o de pensar. O de hacer nada. Que solamente nos impulsen no nuestros deseos, sino la vanidad. ¿Será necesario inventar las vidas de los demás? ¿O es que haremos las cosas por mero egoismo, por demostrarle(nos) a los demás una superioridad que ya no existe?
No lo sé. Tal vez lo que escribo es también parte de una pereza mental. O de pronto no.
De pronto sea parte de algo más grande, pero eso estaría por verse. Tengo ______ (inserte número) de ideas rondándome en la cabeza, pero pocas logran concretarse y, lo que es peor, que yo me acuerde de ellas.
Acordarme que tengo mucho por escribir. Y que quiero escribir sin miedo (fearless). ¿Será posible inventar la vida propia dentro de la escritura? ¿Que podemos escribir nuestros pecados más inconfesables en un papel? ¿Qué podemos escapar de nuestras culpas dentro de una libreta? Me dicen que están aburridos con sus vidas, que solo habrá un sufrimiento por un culpable. Ante esto, ¿qué camino escoger? Vivir la vida dentro de un papel, o vivirla lejos de los demás, lejos de cualquier borrón y cualquier papel.
Inventar a los demás en el proceso. Inventar otras vidas. Reinventarse antes que morir en el intento...
Idea numero 546: Pensar en otras ciudades. Narrarlas, al menos.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Mona:

Ahórrate problemas y trata de ser un poco más irresponsable a la hora de escribir. Muchas veces, el miedo es la respuesta a esa vocecita que nos dice "uy... no escriba eso... van a pensar que usted es estúpido/a"

Es bueno hacer el oso literario. Así se aprende y no termina uno relegado a escribir libros de autoayuda o calcos de Twilight.

Un abracito de oso.

Juano

11/11/2009 3:47 p. m.  

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