jueves, 30 de julio de 2015

On Jesus' Program

Entre ayer y hoy las cosas han estado bastante movidas. El martes le di besos a un hombre por primera vez desde diciembre-y también él me hizo venirme. El miércoles fui a nadar.

Para los que apenas están llegando al blog, desde diciembre del año pasado no le daba besos a nadie. Desde febrero del año pasado no tiraba con nadie. Si--estaba más acumulada que el Baloto en un mes maluco. No llego al nivel crazy cat lady, pero ya estaba empezando a chiflarme. Aunque creo que ya estoy loca, pero esa es otra historia.

El martes estaba en el centro haciendo vueltas y me mamé. No quería montar en TransmiLleno, así que llamé a T para que me recogiera. Me recogió y hablamos en el taxi, normal, cuando me preguntó que si lo del beso era pura mierda mía. Le dije que no, pero que no lo iba a besar comiendo chicle (lo botó inmediatamente) y manejando porque no quiero arriesgar mis patas. En el primer semáforo que hubo chance, me besó. ¿Qué sentí? Lo primero fue sorpresa al registrar el tener unos labios haciendo presión sobre los míos otra vez, y luego una lengua explorando mi boca. Después, deseo mezclado con el calor característico que no me abandona en esos momentos, y mariposas en el estómago.

Esa es la sensación que reina sobre mis sentidos cuando exploro la pasión, y más ahora, que no he tenido chance casi de salir con otras personas. Dije que quería volverme juiciosa y mantener la compostura pero creo que eso si es pura mierda mental mía: si bien quisiera tener pareja estable, ya sé que hay días en los que ni yo misma me aguanto. ¿Cómo le voy a pedir ese milagro a otra persona? Prefiero volver a quemar cartuchos.

Pero volvamos al beso. O a los. Una parte de mi estaba muy púdica y tímida en el momento-la otra se le mandó a T. con cada cambio de semáforo y él hacía lo propio por corresponderme. Hasta me quitó un arete en medio de los besos: es una gala sexy, no puedo describirlo de otra manera. A la altura de la 100 con Autopista, le pedí que me masturbara y me hiciera finger fuck---una hazaña loable si consideramos que con una mano manejaba y metía los cambios mientras que la otra mano se encargaba de mis necesidades. No demoré mucho en venirme (así fuera poquito), bajo la mirada cómplice de los pasajeros de las busetas, de las motos y de los polis que iban revisando que el tráfico fluyera de a pocos. T. quería que nos fuéramos hasta Alamos pero le dije que no. Una cosa es que te metan los dedos hasta que te vengas, pero otra es darlo de buenas a primeras. No se puede así.

Lo bueno de todo esto es que no olvidé como se besaba a un hombre: la prueba es que quedó fascinado con lo que puedo ofrecerle desde mi boca. Imagínense lo que puedo darle si llego a abrir las patas.

El mismo martes le dije a una traga que tengo que quería besarlo. Quedamos de vernos el lunes de la otra semana-probablemente a motelear. Me hace una falta y así sea una hora, algo es algo. Además que me encanta.

Paréntesis: Todo lo que acabo de decir, sobre quemar cartuchos y no querer atarme a nadie sale del dolor. Esta mañana recibí respuesta del correito que le mandé a J, acerca de que quería verlo. Me respondió que ojalá estuviera mejor de mi cirugía pero que la novia se podía poner celosa así que era mejor que no. Dolió porque pensé que había madurado como persona y que podíamos ser amigos, considerando además que vivimos en continentes diferentes y que hace más de dos años no nos vemos. Le respondí con ira y le dije que así no le importara saberlo, yo apenas estaba volviendo a caminar después de 8 meses, que realmente la gente tenía razón acerca de lo que dijeron de él (y no se me dió la puta gana repetirlo) y que estaba feliz de no tenerlo como parte de mi vida más.

Pensé que había salido del dolor que me producía el rechazo, pero no. Quisiera que alguien me quisiera, o me deseara, o ALGO, pero que no me rechacen más. Ya estoy mamada del rechazo y no quiero seguir sufriendo: ¿es acaso mucho pedir que lo quieran a uno, o lo deseen, solo porque sí?. Creo que volveré a la vida disoluta que llevaba antes. Entre más disoluta, y libre de ataduras, mejor. ¿Porqué es más fácil para un hombre escoger una vida disoluta, y una carga con culpas que son más viejas que una? No lo sé. No me alcanza la cabeza para pensarlo.

J-this is all your fault. I hope you have a miserable sex life from now on. Or better yet-scream my name next time when with your bird.

Fin del paréntesis.

Ah, ayer nadé. Es una sensación rara, el conectarse con el cuerpo después de meses de ignorarlo y más si es dentro de un medio que se amó tanto como lo es el agua. Es volver a encontrarse con uno mismo, con la parte que uno negó pero que al final del día nunca se fue. ¿Does this make sense? Ya no siento esa presión de nadar tanto o más rápido que las demás personas, o de estar pendiente si mi cuerpo se ve mejor o peor-simplemente es y lo puedo cambiar, pero es una labor de tiempo, de frio y de otras cosas que se juntan cuando uno hace hielo, como decía mi amigo Juan.

Creo que la luz sí es como el agua. Pero no puedo explicar porque ahora.

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