viernes, 11 de diciembre de 2015

Taxi! Take me back to Berlín! (1)

Tengamos en cuenta que estas son cosas que me sucedieron por allá a finales de septiembre. Que no había escrito acá simplemente porque no quise escribir (me sucede de vez en cuando) aun teniendo el tiempo y los medios. Que estaba ocupada pasiando y pensando en otras cosas. Life got in the way.
No quiero dar muchos detalles sino hablar de ciertas cosas puntuales que me pasaron en Berlín, especialmente de los cuatro días que estuve entre show y show. Para su mayor comodidad, estos serán identificados con números y la letra B, así: B1, B2, B3 y B4. Para el lector despistado, los conciertos a los que me refiero en este post y el siguente son los de Bono y sus muchachos, aka U2.
Comencemos.

B1: Primer concierto para mí desde el 2011 y con el adicional que tenía que depender de alguien que cogiera puesto por mí por el bastón. A esto sumémosle que habían personas de más de 20 nacionalidades diferentes dependiendo de que la fila estuviese bien ordenada por nosotros (nosotros siendo Boris, este pechito, Celine, Tom, Brad y Hilla). Quien dijo nervios.
Apenas las puertas se abrieron, pensé que me iban a matar. Esta gente llevaba esperando dos días en la fila y quien sabe desde cuando para poder ver un concierto de estos manes-todos iban a correr como alma que llevaba el diablo y yo como una idiota esquivándolos a todos para no morir en el intento y de forma tan poco elegante. Yo, que siempre había querído que me atropellara un Mercedes Benz con el fin de tener una muerte digna, pero no: me iban a matar una manada de tipejos que olían a mico y que quien sabe cuanto llevaban sin tirar (Pensándolo bien, estamos en el mismo barco. Llevo casi dos años sin acción de ese tipo, pero ese es tema de otro post). Boris (papadios lo bendiga) tiene patas largas y logró asegurar el puesto al frente del escenario, justo donde se cuadra Adam para tocar. Foto no disponible.

¿Qué puedo decir que muchas personas no hayan dicho antes cuando van a un concierto de estos? Puedo decir que gracias al top negro de tiritas que llevaba esa noche y la última, Adam se va a acordar más de mi cuerpo que de mi cara porque Boris lo pillo con las vistas clavadas ahí no una ni dos sino muchas veces, y eso que por la falta de sueño y de comida terminé bajando como 2 kilos en esos días, la ropa me quedaba enorme y no sabía si se me iba a salir una teta por encima del brasier. Que Edge no me deja de sorprender por la simpleza de como toca y de lo mucho que logra con su música. Larry es Larry: esa batería. Esos brazos. Esa carita. Esos botones de la camisa que prefieren no ser apuntados. Algunas ideas que se me vienen a la mente y que no puedo publicar porque estamos en horario familiar. Sencillamente, Larry.

Debo confesar que Bono no es santo de mi devoción por muchas razones: el activismo político que hace tiene buenas intenciones, pero muchas veces no tiene ni pies ni cabeza. El tema de los refugiados es muchísimo más complejo que solamente recibirlos de buenas a primeras, algo con lo que se nota ni sus propios bandmates están de acuerdo con. Cree que su posición le da poder: si, pero no todo el que cree -- el poder de decidir que una nación no respeta los DH y otra sí, cuando ambas estamos igual de jodidas. Allá él si se las quiere dar de Mesias, porque igual acá no necesitamos que nos salven sino que nos hagan olvidar lo mal que estamos, y eso si es algo que sabe hacer bien.
Durante todo el concierto estuve feliz cantando las que me sabía (todas), tomando fotos y pasándola bien con mis nuevos amigos de diferentes partes. El encore fue donde tuve mi regalito de la noche. (Véase video más abajo).

A la mitad de Beautiful Day, Bono se cuadro justo donde estaba parada yo junto a Boris, Mar y Xavi y me sonrío. Se agachó y me empezó a cantar y a bailar mientras me miraba a los ojos todo el tiempo. Yo me volví una pelota en ese momento y se me olvidó por arte de magia que no es santo de devoción: le canté, le bailé y le sonreí, también mirándolo a los ojos todo el tiempo. No saqué la cámara porque me interesaba tener ese recuerdo para mí primero y verlo en mi mente todas las veces que quiera (aunque no niego que sería fantabuloso volverlo a visitar de vez en cuando). Apenas terminó ese momento, Mar me cogió el brazo y Boris me agarró la cabeza. Yo seguía sin creerme lo que estaba pasando y tenía montones de preguntas en la cabeza, preguntas que muy seguramente se quedarán sin respuesta...¿Porqué me cantó a mí siendo que estaba Mar al lado mío y que a ella la conoce desde antes por lo que hace Xavi? ¿Qué me vio? ¿Serían las gafas, las tetas, la sonrisa...que? Why me? Why me always?

Cada que veo el vídeo de ese momento sigo sin entenderlo, pero feliz que Bono me escogió, por las razones que hayan sido. Espere el recuento de la segunda noche, y así sucesivamente.

BONUS: El camarógrafo de este video decidió no grabar justo cuando Bono me canta, pero se ve la sonrisa y la agachada. Lo que no se ve es la cara de idiota que debía tener después de salir de ahí, lista para hacer la fila desde la medianoche hasta las 2 am en la noche fría de Berlín.

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