miércoles, 6 de mayo de 2015

Sieben

En exactamente siete días, volveré a ponerle peso gradual a la pierna. El proceso seguirá siendo lento pero ya va a ser muchísimo más rápido que los cuatro meses que llevo desde la cirugía.

Si dijera que no he aprendido nada en este tiempo, mentiría. Le mentiría a los fieles lectores de este blog (especially those of you in Russia, who I have no clue why you read me and follow my adventures), le estaría diciendo mentiras a mi entorno, a mi familia, a C. y a todos los demás. Pero por sobre todas las cosas, me estaría diciendo la mentira más grande a quien escribe estas letras.

Durante los últimos cuatro meses, he pasado por una gran variedad de estados emocionales: de la negación que tenía que pasar por este proceso, a la aceptación y la resignación, a una ira constante por justamente estar así y una ira salvaje hacia mí misma, a una depresión salvaje que me hizo perder la claridad mental y mucho tiempo en cosas que no debía. ¿Por qué me pasó esto? ¿Qué pecado cometí para estar así?. Creo que nunca voy a entender el porqué de esta lesión, pero si he entendido, con el paso del tiempo, que las cosas suceden por una razón.

Tal vez era necesario parar de deambular sin rumbo fijo. De meterme con hombres que no valen la pena ni el tiempo ni el cuerpo mío. De entregarme a los demás y de asumir responsabilidades que no son mías. Sobre todo, de no darme el valor a mí misma en cuanto al tiempo, a las capacidades que tengo, a lo que valgo en realidad como persona y como mujer con todas sus complejidades ni a lo que quiero hacer.

¿Y, a todas estas, que es lo que quiero hacer? No quiero trabajar con mi papá tiempo completo: preferiría enseñar a otros como escribir sus propias historias. Sería feliz haciendo voluntariado con personas que posean algún tipo de discapacidad motora, porque ya he pasado por las miradas discriminatorias de la gente que se cree mejor persona solamente por el hecho de caminar. Quisiera decir que el genio se me mejoró, pero entiendo que me toca vivir con la persona que soy y aceptarla, de la misma forma que acepto que soy como un niño en muchas cosas -aunque lo intento, Inés. De verdad que solamente tenerte a ti en mi vida me motiva a ser mas mujer de lo que ya soy. (Nota al margen: si todo sale bien, en 4 meses estaré en un avión. No digo rumbos, porque aun falta mucho para que sea una realidad, hay que esperar)

De la misma forma que me acepto por ser ruidosa. Fosforito. Noble. Amiga de mis amigos. Falta de amor (y de una muy buena revolcada). Compleja e imperfecta.

Hay, sin embargo, una cosa que sí cambió totalmente en mi durante este tiempo: no quisiera cargar con odios pasados. Durante este tiempo, me di cuenta de lo dañino que es odiar y de cargar con resentimientos que ya no son útiles a cuestas.

Esto, sin embargo, no quiere decir que me vaya a olvidar del daño que me han hecho otros: simplemente, lo dejo ir. Sé que dije cosas por acá que no cayeron precisamente bien en algunos de mis lectores. Lamento si causaron daño, pero se dijeron por algo y en el momento que se debían decir. De eso no me arrepiento. Simplemente, se dijo lo que tenía que ser dicho. Y si en alguna oportunidad vuelvo a enfrentarme a la gente que me hizo daño en el pasado, simplemente los dejaré ser. Gracias a ellos soy quien soy hoy en día: con defectos, con virtudes, con lo que sea. Pero soy gracias a lo que me enseñaron. Los quiero, y les agradezco haberme hecho sufrir-sin ustedes, no hubiera podido crecer. gracias.

Creo que la vida es muy corta para simplemente darle gusto a los demás y llenar las expectativas que tengan de una. Tiene que haber más que eso. Lo cual me recuerda: mi tiempo, así esté vuelta mierda, vale. No tengo porque rogarle a la gente que me busque o que me quiera. Para los que sepan que no han estado ahí para mi, ni desde el momento en que me operaron hasta ahora, no merecen estar en mi vida, ni yo en la de ellos. No es nada diferente a una necesidad de no cargar rencor, de no seguirme envenenando con motivos que no valen la pena.

Gracias a todos por el apoyo. Por leerme silenciosamente desde cerca y desde lejos. Así suene escandaloso, los amo con toda.

Seguiremos informando.

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