miércoles, 13 de enero de 2016

On being 32.

For English, please let me know.

En unas horas voy a cumplir 32 años y no tengo ni idea que hacer. Normalmente, me gustan mis cumpleaños porque es una razón para celebrar que estamos vivos: en estos momentos, me siento tan sola y tan triste que le temo a soplar las velitas del pastel.

Se supone que a estas alturas del paseo yo debería tener la vida organizada con un esposo, hijitos, mascota, casa propia, carro, beca y un trabajo maravilloso. Pero no cumplo con nada de lo anterior. Tengo una gata de dos años a la que adoro. Vivo en la casa de mis padres y no pienso tener hijos por razones tan extensas que no quiero enumerarlas acá. Mi trabajo se ha limitado a gigs ocasionales de medio tiempo porque soy responsable de lo que necesite mi ma y no puedo dejar de dedicarle tiempo, además que con la recuperación necesito dedicarme tiempo. No puedo manejar carros mecánicos por la rodilla. El amor para mi no existe, y según B., no ha existido jamás y le creo. ¿Porqué?

Cada novio que tuve se portó -lo siento muchachos, pero es la verdad-como una mierda conmigo. Una relación no la puedo hacer yo sola, dando el cariño que no tengo para mi misma y que no he recibido casi nunca de los demás para alguien que no puede corresponderlo, o que cree que corresponder el cariño que uno trata de dar significaba tirar conmigo. ¿Porqué tuve tanto miedo de decir lo que quería de la otra persona? ¿Porqué ninguno se daba cuenta que lo que yo necesitaba era dejar de odiar y temerle tanto al amor -a un amor bonito, que no se base solamente en lo físico sino que englobe muchas mas cosas- para romper todas las barreras y los muros que he hecho alrededor de mi corazón? ¿Será que me merezco el Oscar a mejor actriz, porque estas pelotas pensaron que yo era una chica fuerte y aguerrida, y cuando se dieron cuenta que sigo siendo una niña que lo único que quiere es que la quieran de verdad decidieron cogerme el corazón y exprimirlo como un trapo?

Le tengo pavor a enamorarme y a bajar esas barreras como dice B., porque ya me he dado cuenta de lo que pasa cuando uno se porta bien con quien quiere entrar en mi, no a mi vida. Ya me han rechazado de las formas más culas que no puedo ver bien cuando un man se acerca a mí de otra forma. Llevo dos años sin tirar y muchas veces quisiera abrirle las patas a cualquiera, solo porque el deseo ya no sabe para donde agarrar, pero sé que sería un error. Estaría traicionando a mi corazón cuando lo único que busco no puede agotarse en una sola noche ni puede quedarse en palabras bonitas.

Por eso me siento sola. No puedo dar infinitamente y no recibir nada a cambio, y sé que hasta que no pueda quererme, no voy a poder querer a nadie más. Eso es justamente lo más difícil para mí...¿Cómo carajos se supone que uno se quiere? ¿Cómo voy a creer cuando alguien me dice que soy bonita, si ni yo misma lo puedo creer? A cada palabra bonita que recibo, solo puedo responder con violencia. ¿Porqué? ¿De dónde sale esto? No recuerdo qué pasó en mi vida antes para que yo sea así, y me duele serlo pero al mismo tiempo me ayuda porque puedo protegerme de los demás. Por lo menos, de toda la mierda que he visto entre mis padres. No tengo porque creer en las mentiras de nadie cuando diga que me ama. Yo también debo ser capaz de usar a los demás como me usaron a mi, ¿cierto? He hecho cosas de las que debería arrepentirme, pero por las cuales no siento ningún tipo de remordimiento: creo que el corazón se me volvió de piedra desde hace muchos años. Ni siquiera siento los orgasmos como se supone que debería de hacerlo por la fuerza sexual que tengo (o que se supone que tengo). Tal vez es lo que dijo la pitonisa en NYC hace unos años---hasta que no encuentre al que es, nunca voy a estar completa. Hola, soledad.

Hay una cosa mala que me quedó de la convalecencia, y es el regreso de la depresión o en mi caso, de la apatía. Nada me motiva y hay días en los que no quiero hacer absolutamente nada. No siento interés por las cosas que antes me llenaban de alegría y ya no tengo ningún sueño por cumplir, porque creo que soñar es una pérdida de tiempo y no vale la pena. Ojalá pudiera encontrar algo que me hiciera feliz, pero no sé si eso suceda. Los días se me están pasando entre la rabia, una angustia que no me deja ni respirar, y la incertidumbre de no saber que hacer. Quisiera decir que esto va a superarse igual que lo hice con las depresiones anteriores, pero no sé. Es como si cada depresión me hubiese hundido un poco más en un hueco y ahora no puedo salir de ahí.

Creo que me va a tocar como hice antes. Dejar la pendejada y seguir adelante. ¿Qué otra opción tengo?

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Ojalá tu temporada de tedio se pudiera promediar con mi temporada de paranoia bioquímica :)
¡¡¡Sigue adelante querida!!!

1/16/2016 11:49 a. m.  

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