miércoles, 13 de enero de 2016

De aniversario

Hoy hace un año me estaban operando de la rodilla, y a la semana me enteré que no podía caminar normalmente por aproximadamente 5 meses (resultaron siendo 8). Los dos primeros meses caí en depresión, me bajé de peso - y volví a subirlos cuando me sentí mejor anímicamente-, desarrollé una aversión al agua porque era tan difícil bañarme y empecé a perderme en mi propia mente y en sentir lástima por mí misma.

Las terapias para recuperar la movilidad eran dolorosísimas: más de una vez bramé del dolor al tratar de doblar la rodilla como lo hacía normalmente. Mis manos terminaron llenas de callos por la fuerza que hacían los brazos y en carne viva por arrastrarme en el piso cuando me aburría de usar las muletas y no quería pedir ayuda de mas. Curiosamente, nunca fui muy vocal al respecto de mi dolor, por lo menos en redes sociales: pocas veces puse un post hablando sobre el. ¿Porqué? Reflexionando al respecto, desde el primer momento supe que no buscaba la compasión ni la lástima de nadie. Era un proceso muy íntimo, y mi dolor era mío: al igual que el control sobre mi cuerpo (o el descontrol del mismo, basado en las decisiones que he tomado en el pasado), no quería que nadie más interfiriera. Mis piernas, al ser inservibles, se convirtieron en el centro de mi vida durante esos meses: ellas tenían vida propia, a pesar que me estaban llevando al límite de la cordura. Nunca había llorado tanto en mi vida por algo a lo que yo no le veía solución, y poco a poco me fui hundiendo en mi propia desesperación. Esto me lleva a otro tema: como fue salir de ese estado y el tratar de recuperar la vida normal (si es que existe algo como la normalidad).

Uno no se despierta y decide mágicamente que va a salir de una depresión. El recuperar mi mente fue algo mucho más complicado y todavía no termina, a pesar que ya he pasado por un proceso mental en dos oportunidades anteriores (de nuevo, no fui vocal antes. No está en mi naturaleza pedir ayuda para sobrellevar una ¿deficiencia? ¿enfermedad? ¿gadejo? mental). A medida que pasaba el tiempo y entendía que nadie me iba a sacar del mierdero mental sino yo, dejé la bobada. Dejé de llamar a la gente para que me visitara y dejé de hacer parte de ese mundo social: entendí que la solución a muchas cosas no está afuera, sino adentro. Así es como me hice más fuerte y empecé a cortar vínculos con gente que pensé que era más para mi pero que resultó siendo menos.

Disclaimer: No estoy siendo rencorosa, ni quiero echarle culpas a nadie. Esto es algo que me pasó, y solo después de un año, he podido entender muchas cosas: puede que no las sepa explicar del todo, y por eso pido disculpas de antemano. Créanme: hay muy pocas personas que merecen mi odio...los colados en Transmi, la gente que le hace daño a los animales y cosas por el estilo. Fin del disclaimer.

Aunque suene feo, entendí que uno crea vínculos con los demás, pero uno no es indispensable para la vida de nadie. Yo, en los meses que no tuve contacto con el mundo exterior, no fui necesaria. La gente siguió cumpliendo años, y casándose, y tomando trago y no pasó absolutamente nada malo si no estaba yo ahí: puede que haya hecho falta, pero el mundo no se detuvo por eso, y eso esta bien. Yo también volví a retomar la vida poco a poco: volví a viajar. Fui a conciertos y hablé en otros idiomas. He bailado de a pocos y me he vuelto a reír. Reconozco que hay algo que se dañó (y que ya venía roto de tiempo atrás): mi corazón se volvió piedra. Eso es mi culpa. El que quiera saber porque, bien pueda y me pregunta por la interna.

Eso si, no puedo ser una ijuetantas y no dar gracias. A todos los que me escucharon, me escribieron palabras de apoyo y me visitaron, que trataron de mantener ese vínculo presente. Gracias por hacerme parte de un mundo al que no tuve cabeza para pertenecer. También le doy gracias a los que siguieron con sus vidas y a los que decidí sacar de mi vida: eso es lo único que podemos hacer en este mundo, vivir. Me enseñaron a hacerme más fuerte, a salir adelante y a saber que uno solamente tiene una persona en el mundo a la cual darle explicaciones: uno mismo. Los quiero montones.

Para escuchar: Hiro’s Theme, part 1. The Edge w/Michael Brook, OST Captive.

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