lunes, 11 de mayo de 2015

שני

Entre más cerca estoy de volver a caminar, menos es la emoción que siento. Con decirles que tiene más emoción mi terapista que yo, y eso me aterra.

Hoy ha sido horrible, porque acabo de perder a otro miembro de mi familia. Ayer fue mi papá, hoy fue mi hermano. Todo empezó en que lo confronté sobre lo que había pasado hace muchos años con las acusaciones a mami de la brujería que le hizo a mi papá. Sin querer, lo admitió todo: que él simplemente lo había hecho porque las cosas estaban mal y que quiso solucionar los problemas, que hoy en día mi mamá debería salir más de la casa y buscar lugares donde pueda ayudar y estar en general más tranquila. Que le preocupaba que mami no comiera ni durmiera bien y que a mi se me cayera el pelo.

¿Cómo es posible que ella esté más tranquila ahora? Si justamente ahora mi papá no hace más sino volver a repetir el cuento que tiene que hacerse su comida con sus propias manos y frente a sus propios ojos para saber que está comiendo, para saber qué es lo que le está haciendo daño: esas acusaciones no calman a nadie y por el contrario, dan pie a que se pierda el sueño, el hambre y la tranquilidad. Pero claro, cómo ellos no son los que están acá cerca oyéndolo y aguantándose toda la basura que se le da la gana hablar. Y lo mejor del cuento es que cuando le pregunté a E. porqué lo había hecho, y qué le había prometido mi papá con todo eso solo atinó a decirme "No Sé".

Acciones como esa me dan vergüenza de la familia que tengo, y lástima de las personas que me rodean. Apenas vi esos mensajes en el celular, donde reconocía que lo había hecho me puse a llorar: de milagro no me paré sobre las dos piernas, porque ni coordinaba lo que estaba sintiendo. Y todos se preocuparon por mí-hasta el doctor que me oyó llorar me preguntaba si estaba bien, si me dolía la pierna y si necesitaba que llamáramos a alguien más. No pude explicarle que mi dolor va mucho más allá de lo que puede sanar una pastilla y que está lejos, lejísimos de donde pueden llegar las palabras.

Para los que no lo sepan, yo no creo que las personas tengamos corazón o alma. Pienso que el corazón existe solamente como un músculo del cuerpo y el alma es un invento del cerebro, y que cuando uno se enamora o se angustia o le duele algo tanto que solamente lo remedia llorando es porque el cerebro manda señales de eso. Fin del paréntesis, que no explica nada pero que si justifica de dónde provenían las lágrimas que solté hoy después de leer esos mensajes.

Ya no quisiera tener la limitación que tengo, y ya no quisiera tener que depender de los demás-me aburre, me abruma y por sobre todas las cosas, me da ira conmigo misma. Yo sé que dije que no quería cargar con resentimientos y odios, pero hay ciertas cosas que yo no puedo perdonar ni olvidar: la familia y lo que pase dentro de ella es una de esas cosas.

Dije que iba a escribir sobre lo que extraño hacer-creo que ese post quedó en el olvido. Por lo menos, yo ya me olvidé de el.

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